Luis Alberto Chávez, un conductor de 28 años, fue víctima de un brutal ataque mientras conducía su combi de la exlínea 505 por la avenida Los Ruiseñores, en Santa Anita. Sujetos armados interceptaron su unidad y le dispararon frente a su esposa y su hija de seis años.
Semanas antes, Chávez y otros conductores habían recibido amenazas de un grupo criminal conocido como D.E.S.A., que extorsionaba a transportistas informales de la ruta Ceres-Óvalo Santa Anita.
Según testimonios de familiares, los extorsionadores exigían un pago inicial de 100 soles y una cuota diaria de 10 soles, bajo amenazas de muerte. "Plata o plomo", decían en mensajes enviados a un grupo de WhatsApp, donde incluso compartían videos de granadas y bombas molotov.
DELINCUENTES PRESUMIERON EL ATAQUE
Chávez fue trasladado al Hospital Hipólito Unanue, donde lamentablemente falleció debido a la gravedad de las heridas. En un acto de cinismo, los criminales presumieron el ataque compartiendo una fotografía del vehículo baleado junto al mensaje: "Los voy a seguir matando si no me pagan".