El brutal asesinato de Sheyla Mayumi Cóndor Torres, una joven de 26 años, sigue conmocionando al país. Su madre, Elsa Torres, expresó su profundo dolor tras confirmarse que su hija fue asesinada y descuartizada en un departamento de Comas. “Teníamos tantos planes juntas, pero ahora me la arrebataron”, dijo entre lágrimas. El principal sospechoso es Darwin Marx Condori Antezana, un agente policial que habría llevado a su víctima al condominio Las Praderas, según revelan chats y registros de cámaras de seguridad.
Las pruebas iniciales indican que Sheyla ingresó al lugar la noche de su desaparición, pero nunca salió con vida. Según el especialista en criminalística Daniel Umpire, el descuartizamiento habría sido realizado con precisión quirúrgica, posiblemente usando una sierra eléctrica y con la colaboración de otras personas. Hasta el momento, seis sospechosos han sido detenidos, entre ellos estudiantes de la Marina de Guerra y residentes del edificio, quienes habrían confesado la participación de al menos tres implicados más.
El caso es un verdadero desafío para el sistema judicial y policial. El Ministerio Público enfrenta el desafío de reunir pruebas suficientes para evitar que los detenidos sean liberados, mientras el abogado de la familia, Aarón Alemán, exigió una ampliación del plazo de detención preliminar. “No podemos permitir que este caso quede impune; cada hora es crucial para garantizar justicia”, señaló en declaraciones a Panamericana Televisión.
EXIGEN JUSTICIA
En medio de la indignación, los familiares de Sheyla Cóndor y diversos colectivos han alzado su voz para exigir respuestas. Este caso no solo es un llamado de atención sobre la violencia extrema contra las mujeres, sino también sobre la necesidad urgente de reformar las instituciones que deben proteger a la ciudadanía. Mientras tanto, el país sigue atento, esperando que este crimen no quede en la impunidad.