En los barrios más altos de San Juan de Miraflores, varios niños deben asistir a sus clases virtuales de manera precaria, sentados en el concreto, en medio del frío, y sin acceso estable a internet.
Muchos de estos estudiantes, que no cuentan con una computadora o teléfono móvil propio, se ven obligados a compartir dispositivos con otros niños o incluso a depender de la señal de wifi de una vecina para poder conectarse.
El problema se intensifica en zonas cercanas al penal de San Juan de Lurigancho, donde los niños también enfrentan el desafío de la falta de señal, ya que los bloqueadores de internet instalados en el penal impiden el acceso a la red.
CIFRAS
A pesar de los esfuerzos del Ministerio de Educación para garantizar clases virtuales, con un reporte que asegura que el 99.9% de los colegios públicos y privados realizaron clases remotas, la realidad en zonas altas de San Juan de Miraflores es otra.