En el mercado San Antonio de San Martín de Porres, la delincuencia se ha convertido en parte del día a día. Ante ello, los directivos del establecimiento tomaron la decisión de crear un calabozo improvisado para retener a los ladrones hasta que llegue la policía.
Antonio Caja, comerciante del mercado, explicó que los delincuentes son encerrados en este espacio, originalmente destinado a acopio de desechos generales, para evitar que sus cómplices los liberen antes de la llegada de las autoridades.
El comerciante también expresó que los robos, aunque menores en su mayoría, ocurren a diario. "Cogen paquetes de embutidos, cogen una caja de yogur", relató, mencionando que los policías brillan por su ausencia en esta zona.
NO SE OBSERVÓ PRESENCIA POLICIAL
Durante la estadía de un equipo de 24 Horas en el mercado, no se observó presencia policial, reflejando la sensación de abandono que sienten los trabajadores y clientes del lugar.
