El clima de inseguridad en Perú se ha intensificado, afectando al comercio informal y al formal. Susana Saldaña, presidenta del Consejo Directivo de la Asociación Gamarra, denunció que las extorsiones que antes se limitaban a vendedores ambulantes ahora afectan gravemente al sector formal.
"Recibimos cartas, balas, y mensajes exigiendo pagos que van desde 5 000 hasta 20 000 soles. Si no colaboramos, amenazan con dinamitar nuestros locales", afirmó Saldaña.
Los comerciantes informales, especialmente en Gamarra, también son blanco de estas mafias, siendo extorsionados con pagos de hasta 100 soles diarios, dependiendo de la zona.
SITUACIÓN CRÍTICA PARA LOS BODEGUEROS
La situación es igualmente crítica para los bodegueros, especialmente para mujeres que son dueñas de pequeñas tiendas de abarrotes. Karla Pacheco, presidenta de la Asociación de Mujeres Bodegueras de Lima Norte, reveló que se registran hasta 30 denuncias por extorsión al día en su sector.
Según proyecciones, se espera que las denuncias por extorsión asciendan a entre 5 000 y 6 000 para fin de año, mientras que el cierre de bodegas continúa en aumento.