Joshua Huamán Jerez, autor confeso del asesinato de la enfermera Kimberlit Tapia, ha mantenido una actitud serena y una mirada vacía al relatar los macabros detalles del crimen que ha conmocionado al país. Según la policía, Huamán Jerez planificó meticulosamente su delito, aunque no todo salió como esperaba.
En el momento de su captura, se encontró en su mochila cuchillos, una esponja y lejía, elementos que tenía destinados para limpiar la escena del crimen en el dormitorio, la ducha y las escaleras. Estos hallazgos han elevado la gravedad del caso, llevando a las autoridades a calificar a Huamán Jerez como un potencial asesino serial.
La investigación ha revelado que el detenido también había tenido contacto con otra mujer, a quien conoció durante su época escolar. Esta mujer recibió una invitación para un día de campo en Cieneguilla, pero, al rechazar el viaje, acordaron reunirse en Ventanilla. Sin embargo, Huamán pidió que se vendara los ojos antes de llegar.
FAMILIA EXIGE JUSTICIA
La familia de Kimberlit llora la pérdida de una hija, prima y nieta, víctima de una mente perversa que juró amarla. Este caso continúa generando inquietud en la comunidad, que clama por justicia. Las autoridades intensifican sus esfuerzos para esclarecer todos los detalles y prevenir futuros crímenes.
