Una botica en el distrito de San Juan de Lurigancho fue el nuevo blanco de la delincuencia, pero no pudieron lograr su objetivo, debido a que uno de los empleados se armó de valor y gritó desesperadamente.
Los gritos del empleado no permitieron que los dos delincuentes ingresaran al local para robar las ganancias del día.
Los hizo huir a gritos
El incidente ocurrió cerca de las 2 de la tarde y uno de los delincuentes por una ventanilla conversaba con el encargado de la botica y le pidió unas mascarillas y fue allí cuando el dependiente de la botica se dio cuenta que lo apuntaba con un arma.
“Solamente comencé a gritar, a pedir auxilio para que le avisaran al serenazgo, a la policía que se encontraba cerca”, manifestó el trabajador.
Cabe señalar que, los ladrones no pudieron ingresar tras los mostradores y optaron por huir. Por otro lado, los vecinos denuncian que hay muy poca presencia policial y del serenazgo, por lo que piden a las autoridades que no los dejen a merced de la delincuencia.