Tras más de un año de intensa batalla legal, el caso de los cuatro perritos envenenados parece acercarse a la justicia. Rita, Negro, Choco y Chiquitín, los canes que murieron a causa de veneno arrojado por Sebastián Sánchez Oré, fueron el centro de una investigación sin precedentes en el país.
Un equipo compuesto por peritos de la Policía Nacional, veterinarios y biólogos llevó a cabo la primera exhumación de un animal en la historia del Perú, un hecho histórico que podría sentar un precedente en la lucha contra la crueldad animal.
El abogado Gonzalo Pahuacho, representante de la firma San Roque, quien ha asumido el caso de manera solidaria, destacó el rol de la ciencia en la lucha contra la criminalidad. El Código Penal peruano establece penas de uno a cinco años de prisión por maltrato animal.
DUEÑA DE MASCOTAS SE PRONUNCIA
Doña Antonieta, la dueña de los perritos, hizo un llamado a las autoridades para que se haga justicia. "Estos perritos son ángeles con patas que nos acompañan, ellos son seres vivos como los seres humanos, solo que no pueden hablar, y nosotros somos su voz", expresó.
