Carlos Sánchez, propietario de un restaurante en el distrito de Los Olivos, vive momentos de angustia y preocupación debido a una situación de extorsión que viene enfrentando desde hace varios días.
El último episodio de esta pesadilla ocurrió cuando los extorsionadores, en un intento de forzar el cumplimiento de sus demandas, se llevaron el auto de Sánchez.
Este hecho ha dejado al propietario del restaurante en una situación aún más vulnerable, aumentando su sensación de inseguridad y desamparo.
DOS MESES
Sánchez revela que los extorsionadores han estado presionándolo durante los últimos dos meses, exigiendo sumas cada vez mayores de dinero.
Sin embargo, tras negarse a ceder ante sus demandas, los ataques y amenazas han aumentado en intensidad y frecuencia, afectando no solo su estabilidad emocional, sino también su seguridad y la de su familia.