En la zona de Angamos, en el distrito de Ventanilla, una calle se vio obstruida durante tres días por una piscina llena de agua estancada, generando preocupación en la comunidad debido a los más de 200 casos de dengue reportados en la zona.
Ante esta situación, personal de la municipalidad se hizo presente en el lugar para abordar el problema. La dueña de la piscina reconoció el error y comenzó a limpiar la fachada de su casa.
"Soy consciente del espacio público y, como le vuelvo a repetir, no he molestado a nadie y ya iba a desarmar la piscina. Pero como ya vinieron, ya me están ayudando", afirmó.
AYUDARON CON LA LIMPIEZA
Los trabajadores municipales tuvieron que retirar el agua estancada con baldes, ya que su presencia representaba un peligro para la propagación del mosquito del dengue en la sociedad.
La proliferación de estos mosquitos es uno de los principales factores de riesgo para la transmisión de la enfermedad.