24 Horas pone en evidencia la precaria situación que se encuentra el colegio capitán FAP José Abelardo Quiñones, ubicado en San Juan de Lurigancho. A pesar de encontrarse en pésimas condiciones, esta institución albergará a 687 alumnos.
No solo las paredes presentan enormes rajaduras, las columnas prácticamente se caen a pedazos y, encima de todo, los techos no existen, por lo que los niños están expuestos a recibir sus clases con el sol directamente cayendo sobre sus cabezas.
Ante nuestras cámaras, los padres de familia denunciaron que, a pesar del mal estado de las aulas, los alumnos estudiarán en estos espacios, igual como lo hicieron el año pasado, por lo que solicitaron la inmediata intervención de las autoridades.
MUROS A PUNTO DE CAER
La directora del colegio señala que el cerco perimétrico está derrumbándose. Esto es aprovechado por algunos estudiantes, quienes se escapan de clases. Además, las sillas y mesas que usan los alumnos están apolilladas y corren el riesgo de romperse.