El sábado pasado, lo que para algunos debería ser la celebración del fútbol se transformó en una escena de violencia descontrolada en el pueblo joven Huascarán, situado en el Rímac.
Un grupo de pseudo-hinchas de Universitario de Deportes y Alianza Lima protagonizó un enfrentamiento que sumió a la comunidad en el miedo y la indignación.
La confrontación comenzó cuando supuestos barristas aliancistas lanzaron piedras contra los vehículos que transportaban a los hinchas de Universitario hacia el estadio Monumental. Ante la provocación, más de cincuenta personas bajaron de las combis para responder con piedras, palos e incluso bombardas.
VÁLDALISMO
En medio del caos, los delincuentes aprovecharon la oportunidad para asaltar a un vecino que transitaba por la zona, mientras otros continuaban lanzando piedras en el pasaje Huascarán.
Lunas rotas y paredes pintadas reflejan el trágico desenlace de esta gresca, que, según los residentes, no se veía desde hacía mucho tiempo.
El pueblo joven Huascarán, ubicado frente al Depincri del Rímac, enfrenta la falta de presencia policial efectiva, a pesar de contar con una caseta de serenazgo aparentemente vacía. Los vecinos, agobiados por la situación, señalan la ausencia de apoyo y resguardo policial.