Cientos de conductores en el Rímac viven una pesadilla porque tienen que sortear un enorme agujero que se formó en el cruce de las avenidas Caquetá con Próceres. Se trata de una vía auxiliar por donde los vehículos se dirigen hacia la avenida Túpac Amaru.
Incluso, producto de las enormes rajaduras y desniveles que existe en la pista, muchos autos y mototaxis quedan varados y hasta corren el riesgo de volcarse. Una situación que, según los vecinos, no es atendida por el alcalde Néstor de la Rosa.
Lo más peligroso es que este tramo donde se ubica el forado, no tiene señalización. Esto ha generado incomodidad, pero también preocupación entre los conductores que deben frenar en seco o, a veces, hacer maniobras peligrosas para evitar caer en el agujero.
SIN RESPUESTA DE AUTORIDADES
La causa de que este problema se desconoce, pero los vecinos de la zona aseguran que hace unas semanas se reportó un aniego producto de la rotura de una tubería. Intentamos comunicarnos con las autoridades sobre esta problemática, pero no hubo respuesta.