A pocos días de una nueva manifestación en contra del gobierno de la presidenta de la República, Dina Boluarte, el Ejecutivo decidió realizar cambios importantes en la Policía Nacional del Perú (PNP).
CAMBIOS EN LA PNP
Se trata de 75 generales que han sido removidos de sus puestos y enviados a otras divisiones, además, otros oficiales claves en la lucha contra el crimen también han sido cambiados, como el caso del coronel Max Anhuamán que se desempeñaba como jefe de la Dirección Contra el Terrorismo.
Anhuamán solo tenía tres meses al mando de la Dircote, pero en ese corto tiempo tuvo éxito en diferentes misiones como la captura de dos de los hijos de Víctor Quispe Palomino, cabecilla terrorista de los remanentes de Sendero Luminoso en el Vraem.
Además, Anhuamán logró la captura de los integrantes de la ONG Voluntad Transformada, presunto órgano de fachada de Sendero Luminoso en Trujillo. Su reemplazante será el general Luis Flores, que se venía desempeñando como jefe de la Dirincri.
Por otro lado, la División de Homicidios también pierde a su hombre más importante, el coronel Víctor Revoredo, conocido por la captura de diferentes sicarios vinculados a bandas criminales extranjeras, deja este relevante grupo de investigación.
Revoredo, cuyo éxito incluso provocó que la delincuencia le ponga precio a su cabeza, será enviado a un curso de maestría en gestión pública para que pueda ascender al grado de general. Su lugar en la División de Homicidios será ocupado por el coronel Ricardo Espinoza Cuestas.
El general Víctor Zanabria fue cambiado de la jefatura de la Dirección Nacional de Orden y Seguridad a la jefatura de la Dirección Nacional de Operaciones Especiales, mientras que el general Carlos Céspedes será el nuevo jefe de la Dirincri después de haber estado en la dirección de Recursos Humanos. En tanto, el general Óscar Arriola seguirá como jefe nacional de la Dirección de Investigación Criminal.