Los residentes de los condominios de Manzanilla están viviendo una pesadilla. Sus calles, antes tranquilas, se han convertido en un nido de drogadictos y delincuentes que generan un ambiente de inseguridad y miedo. La situación se agrava durante los fines de semana debido a la presencia de comerciantes informales.
La zona conocida como La Cachina, ubicada entre las avenidas García Naranjo y Nicolás Ayllón, se ha expandido tanto que las vías públicas y las aceras ya no son suficientes para albergar la cantidad de objetos que se venden al aire libre. Este caos ha sido aprovechado por delincuentes para cometer sus fechorías.
La problemática de La Cachina y los peligros que genera están afectando directamente a los residentes de los condominios de Manzanilla. A pesar de contar con rejas y sistemas de seguridad, los robos son constantes en este lugar. Incluso, los medidores de agua son sustraídos a diario por los delincuentes.
EXIGEN PRONTA SOLUCIÓN
Los vecinos, cansados y atemorizados, han intentado comunicarse con la Municipalidad de Lima para buscar una solución a esta problemática, pero hasta el momento no han obtenido respuesta. Los residentes también han intentado dialogar con los comerciantes informales, sin embargo, estos se niegan a abandonar las calles.
