Enrejados. En varias calles y jirones del centro histórico de Lima, se colocaron rejas como medida de precaución ante las manifestaciones anunciadas para este miércoles 19 de junio que exigen la renuncia de la presidenta Dina Boluarte.
Debido a estas restricciones varios comerciantes y dueños de restaurantes informaron que este tipo de acciones les generan pérdidas económicas. “El impedimento de acceso de turistas y clientes no solo nos afecta a nosotros sino a proveedores y trabajadores de los restaurantes, esto retrasa la producción”, manifestó el dueño de un restaurante ubicado en los alrededores de la Plaza Mayor.
En otro momento, otro de los dueños de los restaurantes afectados por el enrejado del perímetro de la plaza de armas y otros puntos del jirón de la Unión indicó que aún no se recuperan de las pérdidas originadas por las violentas protestas que tuvieron lugar desde diciembre del año pasado hasta marzo de este año.
“Solo atendemos a las personas del entorno, como a trabajadores de la municipalidad y de los comercios vecinos, no a la gente que viene a visitar la plaza, puesto que todo está enrejado”, señaló un empresario del rubro gastronómico.
