A puño limpio se agarraron los clientes de un grupo de vendedores ambulantes. Según la denuncia de los vecinos, estos comerciantes habían bebido licor durante la noche y comenzó la dispuesta entre ellos.
Los vecinos acudieron a la municipalidad del distrito y se inició un operativo para retirar a los carritos de comida rápida en plena vía pública, que no contaba con la autorización para vender y además fomentaban el desorden público.
En todo momento ellos aseguraban tener los permisos correspondientes para trabajar en la calle, pero se contradecían de un momento a otro al justificar los motivos por los cuales aún no tenían la autorización.
En total fueron 13 coches llevados hasta el depósito municipal. Ellos tienen que cancelar S/ 1 800 para retirarlos y cumplir con una orden municipal estricta de no volver a trabajar en esta zona intangible.