Entre lágrimas y dolor familiares y amigos, despidieron a Rosario Suárez Lizana, la cambista asesinada el pasado sábado 20 de noviembre, quien trabajaba en el corazón del distrito de Miraflores.
Las investigaciones policiales revelaron que los presuntos asesinos utilizaron somníferos para animales, para dopar a su víctima y acabar con su vida. Sin embargo, como este no hizo efecto decidieron asesinarla con sus propias manos, como demostró la necropsia.
Los asesinos pensaron que nadie los vería en este lugar desolado en Lurín, lugar donde decidieron dejar el cuerpo de la cambista, sin embargo, una cámara de seguridad registró del delito, el cual ayudó a cerrar el círculo del crimen.
Apolonio Suárez, hermano de la víctima irá hasta el final para lograr justicia, hoy tiene una hipótesis sobre este crimen: "Hay un empresario que tiene una deuda con mi hermana. Semanas antes de que sucediera esto, mi hermana comentó a sus compañeros que uno de sus clientes (el empresario), debía solucionar esa deuda de 130.000 dólares", reveló.
Es por ello ruega a la Fiscalía, para que caiga todo el peso de la ley sobre los asesinos de su hermana. Una Condena que por más severa que sea, nunca devolverá la vida de esta mujer que se ganaba la vida honradamente en el corazón de Miraflores.