Fernanda Espejo Alvarado es una joven de 24 años que, a su corta edad, es una conocida delincuente vinculada a asesinatos y robos. Su cómplice es Carlos Rodriguez Alvarado, quien frente a la policía pide que se respeten sus derechos pese a que él se olvidó del derecho de sus víctimas.
José Cárdenas, alias “Wichi”, es otro sicario y extorsionador que era la pesadilla de decenas de familias. Su última víctima fue un cevichero de El Agustino, a quien asesinó de un certero balazo en la cocina de su casa en presencia de su hijo y esposa.
Otros sicarios como Roberto Coñes, Giancarlo García alias “Cucarachita” y José Castillo Rodríguez fueron capturados por la Policía Nacional. Sin embargo, todavía quedan varios asesinos a sueldo, en su mayoría extranjeros, por poner tras las rejas.
La policía nacional también sigue muy de cerca los pasos de los responsables del asesinato de dos primos que fueron calcinados en el exfundo Chuquitanta, en el distrito de San Martín de Porres.
