Cuando todos esperaban que el presidente Pedro Castillo, presentara sus logros en estos primeros cien días de gobierno, sorprendió a muchos con un anuncio calificado como populista.
Desde Ayacucho, el jefe de Estado destacó como una medida de gran trascendencia la venta del avión presidencial, según él, para destinar dicho dinero a la educación y la salud de los niños.
Sin embargo, el presidente Castillo no ha considerado que las múltiples funciones que cumple esta aeronave en el país son más valiosas que su valor económico.
Se trata de un avión Boing 737 fabricado en 1995 y adquirido en ese mismo año por 25 millones de dólares durante el gobierno del condenado expresidente Alberto Fujimori. Desde ese momento se convirtió en el medio de transporte oficial de los mandatarios y de todo alto funcionario del Estado.
Durante el gobierno de Alejandro Toledo fue bautizado como "el avión parrandero" debido a las fiestas que el prófugo expresidente realizaba a bordo de la aeronave durante vuelos oficiales.
Con estos antecedentes, el exmandatario Alan García intentó vender la aeronave por 15 millones de dólares, pero solo se presentó un postor que ofreció 7 millones de dólares.
Para el ex ministro de Defensa, Jorge Moscoso, el avión presidencial puede ser adecuado para cumplir con otras funciones importantes.
Además, Moscoso indicó que el avión no le pertenece al presidente de la República y que su valor de reventa es mínimo.
El teniente general de la Fuerza Aérea del Perú en situación de retiro, Rodolfo García, indicó que la venta de este avión no depende de una decisión presidencial sino de requisitos técnicos.
Por último, el teniente general Rodolfo García indicó que este tipo de aviones pueden tener una vida útil de hasta 50 mil horas de vuelo y la aeronave de la FAP solo tiene 8.300 horas de vuelo, por lo que aún puede ser utilizado en diversas actividades.