Frías carpas, son el refugio de valientes padres y madres de familia que esperan meses por la atención a sus hijos, en el Hospital del Niño de Breña.
La señora Elva vino de su natal Áncash, hace dos meses, con su niño de 5 años, este pequeño al que recuerda en sus mejores momentos, necesita medicamentos que el SIS sólo tiene disponible algunos días y otros no.
La señora Elizabeth llegó desde Cerro de Pasco, en busca de ayuda médica, han pasado dos meses y su niño aún no tiene diagnóstico a falta de una resonancia magnética.
Pero como estos, son innumerables los casos de familias que lo han dejado todo en provincia y que se ven obligados a dormir en esta calle de Breña, a falta de recursos económicos.
Padres y madres, que mientras sus niños luchan en el interior del hospital, ellos dan batalla desde las calles, a donde muchos ciudadanos solidarios, llegan con donaciones de desayunos o ropas.
Las autoridades tienen una gran labor pendiente en esta cuadra de la calle Juan Ribeyro, en Breña. Y si alguna empresa o personas solidarias desean dar la mano, sólo basta con acercarse a estas pequeñas carpas para conocer la dura realidad que afrontan estas familias peruanas.