Un grupo de vecinos del asentamiento humano Márquez, en el Callao, afirman estar temerosos de pasar por una calle donde está una casa abandonada que sería utilizada como refugio de ladrones y drogadictos.
“Nadie pasa por aquí. Yo le he prohibido a mis hijos, mis hermanas pasar por aquí porque el señor anda en la esquina fumando terokal, el otro hermano anda robando. El otro día le metió cuchillo a su propio hermano y nadie hace nada”, contó una vecina.
Por su parte, la hermana de estos dos sujetos, afirmó ser consciente de los problemas y que pese a que su familia ha adoptado medidas para rehabilitarlos “vuelven al vicio”.