Tras la segunda ola del coronavirus, los comerciantes informales, ambulantes y otros han decidido tomar las calles como parte de su reactivación económica.
En el jirón Paruro, Cercado de Lima, el comercio ambulatorio representa una oportunidad de vida, pero para otros, representa un grave riesgo sanitario ante la evasión de llevar correctamente los protocolos de bioseguridad.
Como el caso de la mujer del video que abraza fuertemente sus cuadernos, pues ella, formaba parte del comercio formal, sin embargo, a consecuencia de la crisis, ha decidido salir a las calles a vender lo poco que puede.
Por otra parte, en Lima Norte, el Mercado 105 ubicado en San Martín de Porres, existe aún el comercio ambulatorio a vista y paciencia de las autoridades. Tal parece que aquí no llegó las nuevas disposiciones del Estado.
