La familia de Rosario Rafael Oropeza de 52 años, una paciente diagnosticada con cáncer y que falleció a causa del nuevo coronavirus el pasado 13 de enero en el Hospital Almenara, recibieron una llamada para indicarles que el cuerpo de su madre aún seguía a la espera que pueda ser retirado de la morgue.
Sin embargo, los familiares ya había recibido un primer cuerpo que fue enterrado recientemente. La familia indignada y sin saber qué hacer decidieron acudieron inmediatamente hasta el centro médico para recibir respuestas ya que, aparentemente existieron problemas administrativos.
Lo cierto es que la familia de Rosario Rafael Oropeza seguirá a la espera de la pronta ayuda del Ministerio de Salud (Minsa), ya que hoy viven con la duda sobre el cuerpo que le dieron cristiana sepultura es el correcto.
De acuerdo a los protocolos de bioseguridad, en el marco de la actual pandemia que atravesamos, los cuerpos fallecidos salen de la morgue en bolsas negras, completamente sellados, sin que usted pueda reconocer el cadáver de su familiar, pues solo le queda confiar en los centros de salud y sus protocolos de seguridad de que el cuerpo que usted recibe es el correcto.
