De acuerdo a un video difundido en las redes sociales, grabado el pasado 6 de agosto en el distrito de Santa Anita, se puede observar al líder del Sherif y orquesta que, con mascarilla en la barbilla canta las sentidas letras de la cumbia, en la conmemoración del fallecimiento de un miembro de una familia, que en pleno estado de emergencia burlan todas las medidas establecidas por el Gobierno.
Mientras los municipios y sus fiscalizadores continúan cerrando discotecas clandestinas, la fiesta se ha trasladado vía delivery a las casas de los juergueros que hasta por 300 soles la hora, cantan desafiando a la COVID-19.
DESAFÍO AL CORONAVIRUS
Dentro de los domicilios se beben litros de cerveza, se comparte la felicidad de botella en botella, no se respeta el distanciamiento social e incluso, para mantener viva la llama de la rica cumbia, los jóvenes transmiten en vivo para aquellos que sí se decidieron quedarse en casa.
Panamericana Televisión conversó con uno de los músicos identificado como Luis David Herrera Torres, quien aseguró que cantó en las discotecas del Boulevar de Santa Anita que hoy están cerradas por la emergencia sanitaria. Ahora, él se dedica a atraer clientes para una cevichería. Sin embargo, las ofertas para cantar al interior de casas violando el estado de emergencia continúan.
Solo el fin de semana, el municipio de San Juan de Miraflores con el apoyo de la Policía Nacional del Perú, intervinieron tres fiestas clandestinas donde encontraron hasta menores de edad incumpliendo todos los protocolos de bioseguridad para evitar posibles contagios.
Se trata de una preocupante situación que, de no controlarse provocará más contagios de la COVID-19 entre los jóvenes, quienes quizás el virus no sea agresivo con ellos, pero si pudiese provocar la muerte de sus familiares.
