Imágenes muestran a dos hombres ingresando a una barbería y solicitan ser atendidos tras desinfectarse y cumplir los protocolos sanitarios del local. Dos mujeres conversan con ellos y el hombre de buzo verde entrega S/. 100 al dueño. Acto seguido, entra a una de las habitaciones con una de las señoritas.
Después de algunos minutos sale, se saca la casaca y se identifica como efectivo policial. Y es que no se trataba de un cliente, sino de una intervención. Según informaron las autoridades, esta barbería era una fachada para la prostitución clandestina.
El dueño Félix Alva Vargas negó que su barbería funcione como prostíbulo. Sin embargo, tiene otro rubro comercial: la producción de videos pornográficos. Además, denunció que uno de los agentes sustrajo dinero de su negocio durante el operativo.
Cámaras de seguridad captan el preciso momento en que uno de los policías se queda solo en el local, revisa el cajón donde el dueño guarda el dinero y retira S/. 100 que luego lo guarda en su bolsillo.
Ante esta situación, la Inspectoría de la Policía Nacional del Perú (PNP) inició una investigación contra el agente que agarró el dinero previamente entregado como parte de la diligencia.