Indudablemente esta es una situación inédita en el mundo y también la estamos padeciendo en el Perú. Por esa razón, este aniversario patrio fue distinto a los de los últimos años.
Y es que esta vez la Plaza de Armas de Lima lució completamente vacía, desolada y sin los tradicionales camaretazos que suelen efectuarse año tras año al centro de la Plaza Mayor.
Un panorama similar se vivió en el Jirón Junín. Esto debido a que siempre se aglomeraba con visitantes y vecinos quienes querían ver al presidente de la República, sin embargo, en esta ocasión lució vacío.