El terminal pesquero de Ventanilla, ubicado en el Callao, cerró temporalmente sus puertas, tras conocerse que dos de sus trabajadores habrían contraído el nuevo coronavirus.
Aunque la mayoría de comerciantes saludaron la medida y acataron las disposiciones de las autoridades, otros se instalaron en los exteriores del establecimiento para vender sus productos en precarias condiciones y sin respetar las normas sanitarias para evitar el avance del COVID-19.
Si bien en la zona hubo agentes de la Policía Nacional, quienes les solicitaron que trabajen de manera ordenada, en ningún momento los retiraron pese a que estaban vendiendo pescado literalmente en el piso.