Son miles los miembros de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), desplegados en todas las calles a nivel nacional para garantizar el cumplimiento del aislamiento social obligatorio y la inmovilización social obligatoria como parte del estado de emergencia decretado por el presidente de la República, Martín Vizcarra, el pasado 15 de marzo para frenar la propagación del coronavirus en el país.
Diariamente se exponen a posibles portadores del COVID-19, por lo tanto, con la finalidad de protegerlos a ellos, a sus familias y a la población en general, los miembros de la FAP se someten a un estricto proceso de desinfección, si la persona cuenta con algún tipo de alergia o problema respiratorio, se le aplica una solución hidroalcohólica para evitar posibles daños en su salud.
El armamento que utilizan también es desinfectado antes de ser guardados en el almacén de material de guerra. Además, todo el personal sigue un protocolo establecido por las autoridades de salud en sus respectivos domicilios, por ejemplo, tienen prohibido realizar un primer contacto con alguno de sus familiares, la protección de todo el entorno es prioridad.
El transporte en el que se trasladan a diferentes puntos de Lima -generalmente son desinfectados minuciosamente con un líquido vaporizado de Hipoclorito de sodio y jabón líquido, incluso se utiliza una máquina generadora de ozono, la cual tras un proceso de una hora, elimina la Bicapa lipídica o la capa grasa de cualquier virus como el COVID-19.
