La presidenta de la comunidad shipibo-conibo de Cantagallo, Karina Capaya Cruz, anunció que el proyecto habitacional que iba a construirse en esta zona del Rímac tras el incendio del 2016, donde más de 200 viviendas fueron destruidas, no se llevará a cabo.
“Ya teniendo conocimiento este año han hecho de nuevo un estudio de suelo en el que nos dicen que no es viable para viviendas (…) y que no es viable para construcción, que sería muy caro darle una solución a través de la compactación de terreno”, sostuvo.
La obra que iba a estar a cargo del Ministerio de Vivienda, quienes corroboraron los dicho por la presidenta de esta comunidad a través de un comunicado, donde dan cuenta de un estudio geotécnico en el que se detalla que el terreno de Cantagallo no es apto para la ejecución de viviendas. Asimismo, revela la presentación de altas concentraciones de plomo y arsénico que pone en riesgo la salud de sus habitantes.
Por esa razón, la cartera ministerial en mención anunció que vienen evaluando otra alternativa en beneficios de los damnificados.