Aparentemente eran ciudadanos venezolanos que trataban de ganarse la vida vendiendo golosinas al mismo tiempo que cuidan de sus hijos; sin embargo, según la Dirección contra la Trata de Personas y Tráfico ilícito de Migrantes, son extranjeros atentando contra la integridad de menores.
Un gran grupo de ellos se ha instalado en las principales calles de Miraflores, se hacen pasar por vendedores, pero una vez que te abordan intentan sacar provecho de la difícil situación que viven junto a sus hijos para pedir limosna.
En algunos casos llegan, incluso, hasta a alquilar a los menores con tal de conseguir dinero, para evitar que este problema continúe, la policía realizó un amplio operativo en el corazón de Miraflores.
La Municipalidad de Miraflores aseguró que viene trabajando junto a la policía con la finalidad de erradicar la utilización y explotación de menores. Aseguran que han destinado hasta 30 serenos en diversos puntos del distrito para estar vigilantes a este grave problema.