En Ventanilla, la trabajadora de una casa de apuestas se enfrentó a un ladrón cuando este ingresó armado y se acercó a su caja para llevarse el dinero; al quitarle la máscara con la que este sujeto mantenía oculto su rostro, descubrió que se trataba de un cliente asiduo.
Expuesto, el ladrón se llenó de ira y comenzó a propinarle golpes a la mujer, dejándole como consecuencia hematomas en todo el cuerpo y afectando gravemente su mano derecha la cual tuvo que ser vendada.
Este delincuente se estuvo haciendo pasar por un cliente durante un tiempo para estudiar todos los movimientos del negocio y los de la trabajadora a quien atacó apenas se abrió el local.
Aunque logró huir, el sujeto fue capturado por agentes de la Policía. La víctima teme que sea liberado y cumpla con las amenazas de muerte que le repetía mientras la agredía.