Lamentablemente la violencia familiar es una triste realidad de nuestro país. Según el Ministerio de la mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), en el 78% de los hogares peruanos existen las agresiones.
Pero ahora, muchos de los hombres condenados por golpear a sus parejas e incluso a sus propios hijos, están en proceso de cambio y no quieren repetir la historia.
Es por eso que acuden al Centro de Atención Institucional Frente a la Violencia Familiar, porque allí están aprendiendo cómo mejorar su vida, lo que al final también beneficiará a su familia.
Actualmente hay un centro en Carmen de la Legua, en el Callao; otro en el distrito de Breña, en Lima Metropolitana; uno en la ciudad de Huamanga, Ayacucho; y el cuarto será inaugurado en las próximas semanas en el Cusco.