Dieciocho años han pasado desde que se firmó contrato con Lima Airport Partners (LAP) para la ampliación del aeropuerto internacional Jorge Chávez, el cual prevé la construcción de un nuevo terminal de pasajeros y una segunda pista de aterrizaje.
Sin embargo, por diversos factores dicha obra no se ha concretado. “La construcción del aeropuerto demoró demasiado. Responsabilidades existen, ayer lo decía el presidente Martín Vizcarra, el Estado ha demorado mucho en la entrega de los terrenos (…), pero lo hemos logrado el año pasado y ya hicimos la entrega de los terrenos”, señaló Edmer Trujillo, ministro de Transportes y Comunicaciones.
Para llegar a este punto cientos de hectáreas fueron expropiadas, pero la resistencia de una familia a abandonar el lugar generó gran parte de la demora, así como la interferencia de las líneas de gas y desagüe.
Una vez culminada la obra, la puerta de ingreso que todos conocemos y que se ubica en la avenida Faucett, será trasladado a la intersección de Morales Duárez con Santa Rosa. Para ello se construirá un puente que cruzará el río Rímac.
El nuevo terminal de pasajeros será 5 veces más grande que el actual y estaría listo para el 2024, pero la pista de aterrizaje debería estar terminada para el 2022.
Actualmente el aeropuerto Jorge Chávez funciona en un área de 300 hectáreas, las mismas que se sumarán a las 676 adicionales que ya fueron entregadas para la ampliación.
Cabe mencionar que durante el 2018, el turismo creció un 8% y según Carlos Canales, representante de Canatur, para el 2019 se tiene previsto que este porcentaje incremente un poco más del 10%, por lo que es necesaria esta obra para atender la demanda.