Los peritos de la Policía Nacional determinaron que el ómnibus de la empresa Saji se incendio producto de un corto circuito en el ducto del aire acondicionado, descartando las versiones de que el fuego fue ocasionado por el combustible del vehículo. Según las pericias, el aire acondicionado habría sido instalado sin las medidas de seguridad adecuadas y con esto el vehículo de transporte público no debería haber tenido permiso para circular.
El jefe de la Dirincri, el General Juan Carlos Sotil, señaló que el motor eléctrico del aire acondicionado tiene tuberías por donde transita un gas de enfriamiento, pero este estaba elaborado sin las medidas de seguridad del caso.
Por su parte, el experto en temas de transporte, Lino de la Barreda, señaló que ninguna entidad se encarga de supervisar el aire acondicionado de los buses ya que no existe un medio dentro del proceso de inspección técnica para determinarlo. La pericia policial también determinó que no habían ventanas de emergencia y que los pasajes eran demasiado angostos, lo que lo convirtieron en una trampa mortal.
El Ministerio de Transportes denunció penalmente a Alejandro Shimabukuro Bravo, gerente general de la empresa Sajy, como tercero civil responsable.
Cabe señalar que el chofer del omnibus, Rodolfo Ivan Silva Coronado y el copiloto, José Antonio Quintana Barturen, pasaran al Ministerio Público acusados por negligencia y exposición de personas al peligro.
