Tras el accidente que cobró la vida de un escolar de 5° de secundaría y dejó herido a otro, en Villa El Salvador, el colegio Fermín Tangüis de San Juan de Lurigancho comenzó a utilizar un detector de metales para brindar la seguridad del caso a sus alumnos.
Dicho aparato puede detectar cualquier objeto peligroso metálico hasta una distancia de 20 centímetros.
Sin embargo, esta no es la única medida adoptada por esta institución educativa, pues también se ha implementado un carné que tiene un código de barras que permite corroborar los datos del estudiante y su hora de ingreso.
A esto también se suma la instalación de cámaras de seguridad para detectar actitudes sospechosas y/o prevenir algún juego brusco entre los alumnos.
Si bien estas acciones podrían ser exageradas, para varios padres de familia es un procedimiento que cuenta con su aprobación y que les brinda la tranquilidad del caso.
Cabe mencionar que estas medidas forman parte del plan “Colegio Seguro” y será presentado a otras instituciones educativas para que puedan ponerlas en marcha.