Mientras el suboficial brigadier de la Policía, José Luis Pacheco, era llevado herido hasta el policlínico Francisco Pizarro, a unos metros, tendido en el piso, estaba el suboficial Javier Chaupis, quien también se enfrentó a dos sanguinarios delincuentes que iban en una moto por la cuadra 5 de la avenida Francisco Pizarro, en El Rímac.
El hecho ocurrió cuando el efectivo José Luis Pacheco intentó intervenir a dos sospechosos que estaban a bordo de una moto. En respuesta, uno de los maleantes disparó tres veces en el tórax del policía que pertenecía a la Dirección de Seguridad del Estado. Durante 33 años de carrera fue escolta en varios ministerios, entre ellos de la Mujer y en Agricultura.
Javier Chaupis no dudó en intervenir para detener al maleante, pero también resultó abatido. Por ello, ambos agentes serán ascendidos póstumamente en reconocimiento de su valor y sacrificio por la sociedad.
Los vecinos, temerosos por lo ocurrido con los policías, temen que un episodio similar pueda ocurrir nuevamente.