Agentes del Escuadrón de Emergencias de la Policía Nacional iban detrás de dos delincuentes que se trasladaban a bordo de un moderno vehículo. Esta persecución se inició en el Cercado de Lima y se prolongó por varios kilómetros, al ver que los delincuentes no se detenían pese a los constantes pedidos de la Policía, se desató la balacera.
Tras una mala maniobra del conductor que huía, este termina estrellándose contra una panadería en la cuadra dos de la avenida Dueñas. Inmediatamente después del impacto, los delincuentes terminan huyendo con dirección hacia el río Rímac.
Todo esto ocurrió una hora después que los hampones habían asaltado a un taxista en el Callao y le habían robado el auto con el que escapaban.
En el auto robado además se hallaron drogas y objetos de valor que también habrían sido robados.