Ante la vista de los vecinos, sin ningún escrúpulo, un ladrón resguardaba con un arma de fuego la salida de su cómplice, que intentó robar una cabina de Internet, en el distrito de Comas, sin imaginar que las víctimas se defenderían.
Tras la rápida reacción de los agraviados para defenderse, el interior de la cabina quedó con rastros de sangre. Mientras una vecina persuade al ladrón que hace de ‘campana’, el delincuente con mucho esfuerzo logra salir del local donde estaba siendo reducido por los usuarios y administradores del local.
En Comas este tipo de asaltos ya se han normalizado. Los ladrones ya no disimulan ni se tapan el rostro, solo encañonan y disparan si alguien pone resistencia. A pesar de contar con una división de criminalística en la zona, estas situaciones son cotidianas en la zona.