El llamado “monstruo de la bicicleta” habló sobre el hecho que lo convirtió en el hombre más repudiado, pues aceptó que no habría actuado solo en la violación y asesinato de la niña Jimenita, en San Juan de Lurigancho.
En un reportaje de Panorama, César Alva reveló que un obrero fue su cómplice y que estaba esperando a un policía. Estas revelaciones han significado para la familia de Jimenita algo que ya esperaban, pues, según indican, hubo muchas irregularidades durante el proceso que no se investigaron en su momento.
A cuatro meses del crimen al parecer aún hay implicados que no están siendo investigados. Ahora que Alva está recluido en el penal de Cochamarca, advierte que hablará.