Un centro de rehabilitación juvenil debería servir para reformar a menores que han caído en la delincuencia, sin embargo, en la realidad estos lugares son espacios de disputas entre diferentes grupos delictivos que también existen en las calles. Es decir, las disputas que existen entre bandas callejeras se trasladan a estos centros, según explica el gerente de Centros Juveniles, Julio Magan.
Mientras tanto, los vecinos del distrito de San Miguel en Lima, temen que lo sucedido en Trujillo se registre en el Centro de Rehabilitación Maranguita, donde los menores viven hacinados y se originan disputas por la posesión de los espacios. Pero Julio Magan afirma que para reubicar Maranguita se necesita un presupuesto con el que no se cuenta.
Frente a esta problemática, Julio Magan ha propuesto al alcalde de San Miguel sentarse a conversar en una mesa de trabajo para tratar y debatir este asunto.