La Dirección de Inspectoría de la Policía Nacional determinó esta noche que tanto el comisario comandante, Carlos Chávez Bravo, como el capitán, Pier Alvarado Pariño, encargado de la delegación de Canto Rey, sean separados de sus cargos.
Esta medida se tomó tras conocerse una serie de faltas al protocolo cuando los mencionados intervinieron el año pasado a César Augusto Alva Mendoza, asesino confeso de la pequeña Jimenita, por el delito de tráfico de drogas y por el que quedó libre. Además, 150 policías de esta comisaría fueron removidos por estar implicados en el mismo hecho.
”Hemos podido advertir algunas irregularidades en el control y supervisión de los menores que por estos cursos de verano concurren a esa comisaría (Canto Rey). También se han encontrado serias debilidades en los procedimientos iniciales de búsqueda de personas desaparecidas, en especial de menores”, dijeron los representantes de la Policía Nacional.