Un poblador de la ciudad de Parcona en Ica, reconoció y denunció al presunto asesino de la niña de 11 años que fue hallada calcinada en el distrito de San Juan de Lurigancho.
Tras conocer que era buscado por la policía, César Alva Mendoza, el presunto asesino, decidió refugiarse en su natal Ica, pero todo fue en vano. Los efectivos policiales lo detuvieron cuando el sujeto estaba en un local de comida y no opuso resistencia. Alva vestía ropa deportiva y portaba una pequeña mochila. El sospechoso fue llevado a la comisaría de la Tinguiña en Ica.
Las medidas de seguridad debieron extremarse, pues una gran cantidad de pobladores indignados llegaron hasta la comisaría para pedir justicia. Algunos empezaron a lanzar piedras y palos, pero la policía resguardó todo el tiempo a Alva Mendoza, a fin de evitar un linchamiento.