La semana pasada presentamos un informe en el que se muestra la repugnante realidad de nuestros ríos en lima, los que se alimentan de aguas provenientes de desagües de distintos puntos de la capital para finalmente desembocar en el mar. Frente a esto, representantes de Sedapal nos dijeron que estas aguas habían sido tratadas y que no representaban ningún riesgo para las personas.
Debido a que estas aguas no se veían muy ‘tratadas’ que digamos y las pestilencia que emanaban era abrumadora, decidimos tomar muestras de agua de los ríos Lurín y Mala y también de la playa Venecia para llevarlas a un laboratorio y verificar en que condiciones se encontraban.
Ya en el laboratorio del Instituto Carrión, el doctor Samame, a través de una prueba microbiológica, pudo determinar que estas aguas tenían una altísima concentración de Escherichia Coli que es una bacteria que proviene de los intestinos humanos, por lo tanto la única forma en la que ha podido llegar a estas aguas es a través de residuos fecales.
Los resultados obtenidos no eran nada esperanzadores ya que la contaminación de estas aguas sobrepasaba por mucho los niveles máximos permitidos, por lo tanto no podían tener ningún uso recreacional.
Esta agua es realmente peligrosa ya que en contacto con el ser humano puede causar diarreas, problemas en la piel, infecciones estomacales, entre otros males. Ante esta realidad, no es alarmismo decir que ir a la playa en Lima es poner nuestra salud en un riesgo gravísimo.
