Naplo y Pucusana, playas emblemáticas del Sur de Lima, ahora muestran un panorama ensombrecedor a causa de la basura y el petróleo o gasolina que las bolicheras arrojan al mar, ocasionando la muerte de animales.
A esta realidad se suma un enfrentamiento entre los pobladores de las mencionadas playas y quienes tienen su residencia por la temporada de verano. Y es que un grupo responsabiliza directamente a los pescadores foráneos que llegan diariamente a este muelle desembarcadero artesanal, mientras que el otro afirma que todos los días se realizan campañas de limpieza para concientizar a los pescadores.
Lo cierto es que este muelle ha rebasado hasta en tres veces la cantidad de embarcaciones que debe recibir, por lo que se maneja como un semi industrial. Los pescadores del lugar señalaron que durante muchos años han sido los veraneantes quienes no han cuidado el mar, pero el alcalde de Pucusana, Pedro Florián, argumenta que la suciedad no abarca toda la playa.
Cabe señalar que la Digesa ha catalogado a Naplo y Pucusana como playas no saludables por la cantidad de desperdicios que tiene a su alrededor.