Los fieles católicos soportan varias horas de pie y bajo la lluvia en los exteriores de la Nunciatura Apostólica y es que son muchos los que aguardan poder estar cerca del papa para que les conceda un milagro.
Son varios también los que encontrándose enfermos hacen toda esta peregrinación para poder encontrarse con el Papa Francisco y pedirle una bendición que los ayude a superar su enfermedad. Se trata de fieles devotos que están convencidos de que la fe mueve montañas.