No hay control alguno. El verano ha iniciado con el pie izquierdo, ya que miles de veraneantes se acercan al litoral limeño sin ningún tipo de responsabilidad por las prohibiciones que se dan en las playas en cuanto a la contaminación.
Diversos restos de basura se pueden encontrar tanto en la arena como flotando en el agua, lo cual convierte a las concurridas playas en áreas peligrosas para la salud. Pese a las advertencias e indicaciones que se encuentran en ciertas playas, los veraneantes continúan dejando desperdicios y basura.
Hasta el momento, diez playas chalacas han sido declaradas insalubres por Digesa, debido a la alta contaminación del mar. Además, otro punto que se ha convertido en un auténtico basural es el tradicional balneario de Pucusana, pues los bañistas y los pescadores del lugar no reparan en dejar sus desperdicios en el mar.
El gerente de Salud Municipal de Ventanilla, doctor Eduardo Diaz, explica que al ingresar en las playas contaminadas se podría generar “problemas en la piel o enfermedades diarreicas agudas”, por lo que advierte a la población para que tomen en cuenta las indicaciones que se dan en las playas en caso que sean declaradas peligrosas para la salud.