Las tenderas nuevamente hacen de las suyas en Gamarra. Los comerciantes ya no saben que hacer.
Los agraviados señalan que a pesar de que pagan por seguridad particular, las mañas de estas delincuentes, que en su mayoría son mujeres, hacen que los robos continúen. La gran afluencia de gente tampoco favorece el control.
Por más que hay agentes de seguridad particular y resguardo municipal, al parecer no es suficiente pues el acecho de las tenderas continúa.