El trabajo que realizan los cambistas ha sido nuevamente cuestionado por los limeños, básicamente porque en los últimos meses, estos trabajadores se han convertido en el blanco predilecto de los delincuentes, algunas veces causando la muerte de terceros.
Según estadísticas, el 88% de la población están de acuerdo con que los cambistas deben abandonar la vía pública. Los limeños piden que ellos sean agrupados en establecimientos autorizados. Sin embargo, esta es una salida a la que algunos trabajadores se resisten.
Ejemplo de ello es el distrito de San Isidro, porque pese a que existe una ordenanza municipal, algunos cambistas han ganado juicios cuya sentencia los favorece y permite seguir trabajando en las calles.
