Las lunas de las ventanas zumbaron, las paredes se quebraron, las columnas se rajaron e incluso las rejas metálicas se desprendieron de sus lugares. La detonación provocó una onda expansiva que causó daños materiales.
La alegría del partido de Perú contra Bolivia se esfumó para dar paso al terror. El mercado que se encontraba sin comerciales ni clientes se convirtió en el escenario de la detonación de un balón de gas. El vigilante, el único que se encontraba ahí, había ido a disfrutar del partido Perú-Bolivia, pero pasados 20 minutos un balón de gas estalló.
Al lugar llegaron tres unidades de bomberos, quienes retiraron cinco balones de gas de un restaurante para prevenir más detonaciones y clausuraron el mercado. Más tarde, informaron que la explosión se produjo por la fuga de gas. No hubo perdidas humanas, pero sí cuantiosos daños materiales.